Vida y Muerte de Enrique VII

lunes, 27 de febrero de 2012

Vida y Muerte de Enrique VII

Enrique VII, conocido como fundador de la Dinastía Tudor y padre de Enrique VIII nació el 28 de enero de 1457 en Gales en el castillo de Pembroke. Era hijo de Edmundo Tudor y de Margarita Beaufort.
Enrique era por parte de su madre descendiente de reyes de Inglaterra, pero en 1396 una ley decretada  por Enrique IV impedía el ascenso de ningún Beaufort al trono inglés. Pero la ascendencia relacionada con el matrimonio entre sus abuelos paternos, Owen Tudor y Catalina de Francia, que era viuda del rey Enrique V, y la impopularidad de Ricardo III  por el rumor de haber asesinado a sus sobrinos, eran razones suficientes para luchar con esperanza por el trono inglés.

Enrique nació al comienzo de la Guerra de las dos Rosas y quién hubiera sabido, que al nacer ese pequeño ser, sería él quién acabaría para siempre con esa guerra civil que perduraría treinta años. 
Debido a La Guerra de las dos Rosas y la persecución de la casa York, Enrique y su familia abandonaron Gales por Bretaña y fué ahí dónde creció Enrique y se le educó como posible candidato de la casa de Lancaster para ocupar el trono de Inglaterra.
Para asegurar su sitio en el trono luchó contra el rey Ricardo III en 1483 y al salir perdiendo de ello volvió a la lucha en 1485 a la gran batalla de Bosworth, dónde finalmente venció al rey y pudo ocupar el trono de Inglaterra.

Enrique era un hombre muy inteligente y no estaba dispuesto a perder lo que había conseguido. De esa manera captó de inmediato el problema del cual se tenía que deshacer.
Y el principal problema eran los barones influyentes de la nobleza inglesa, los que acechaban el trono que ahora ocupaba Enrique VII. Ellos tenían mucha influyencia como también sus ejercitos privados y Enrique lo sabía bien. Asi que primero prohibió cualquier forma de ejercito y cualquier barón que actuara contra dicha ley sería juzgado por traición y eso siempre conllevaría a la pena de muerte.

En segundo lugar aumentó los impuestos para los barones con el fin de que disminuieran sus fortunas. Enrique aprovechó esas cantidades para amplificar su propio ejercito.

Además fundó su propio juzgado que consistía en un grupo de hombres, los que le juraban fidelidad toda la vida y los que además actuaban en contra de los barones. Las sentencias eran inimpugnables y las vistas tuvieron lugar en secreto.
Con esos actuaciones tenía bien atadados a todos los barones de la nobleza de Inglaterra.

Isabel de York & Enrique VII

Aunque Enrique era miembro de la Casa de Lancaster el 18 de enero de 1486 se casó con Isabel de York, en la catedral de Westminster tal y como habían planeado las madres de ambos por correspondencia secreta. Enrique había atrasado la boda en varios ocasiones durante meses pero al final el parlamento bajo la presión popular, exige al rey cumplir con sus obligaciones. Las dos casas reales al final se unieron y nació la Rosa Tudor.
De ese matrimonio nacieron 7 hijos de los cuales 4 sobrevivieron a la infancia. Arturo, Margarita, Enrique (Futuro Enrique VIII) y Maria.
A su primer hijo le dieron el nombre Arturo, por la admiración que sentía Enrique por el mítico rey Arturo y su távola redonda.
Y para crear relaciones con el extranjero planificó la boda entre su hijo Arturo y la princesa española Catalina de Aragón, hija de los Reyes Católicos.
Este matrimonio desgraciadamente tan solo duró 5 meses a causa del fallecimiento del principe Arturo. Arturo muere el 2 de abril de 1502. Por este acontecimiento terrible ambos monarcas se sienten lo suficientemente motivados para tener otro niño con el fin de asegurar la suseción de la Dinastía Tudor.
El dos de febrero de 1503 Isabel da luz a una niña, que recibió el nombre de Catalina, en honor a su nuera Catalina de Aragón, que fué como una hija para ella.
Pero la criatura tristemente solo sobrevivió algunas horas.
Isabel se sintío profundamente herida y triste por la muerte de su hijo mayor Arturo y ahora con la muerte de su hija recién nacida Catalina, su salud empeoró y después de nueve días de agonía, murio el 11 de febrero de 1503 a causa de una fuerte fiebre puerperal.

Arturo, Príncipe de Gales

Enrique nunca se recuperó del dolor que le causaron las tres muertes tan trágicos.
Desgraciadamente no se sabe mucho sobre el matrimonio de los dos monarcas. Pero lo poco que he podido investigar es que haya sido un matrimonio realmente feliz. Se dice que siempre se trataron con cariño y sumo respeto. Aunque está documentado que Enrique haya sido un tanto avaricioso no se escatimó en gastos para darle un funeral espléndido a su esposa.
Isabel fue sepultada en la Abadía de Westminster en la Capilla de la Reina.

Después del fallecimiento de su esposa Enrique se sintió muy entristecido y durante un tiempo se apartó del público y no quizó ver a nadie.
No volvió a casarse aunque se lo estuvo planteando con la princesa Juana de Castilla, hermana de Catalina de Aragón. Pero eso plan nunca pudo ser ya que Enrique VII falleció inesperadamente el 21 de abril de 1509 con 52 años. Fue enterrado en la Abadía de Westminster al lado de su esposa Isabel de York.

Tras la muerte de Enrique VII había dejado a su país en un buen estado. Los barones de la nobleza pensaban que era mucho mejor servirle al rey que estar en su contra. La Dinastía de los Tudor es famosa sobre todo por los reinados de Enrique VIII y Isabel I pero la Dinastía Tudor que perduró 118 años tiene mucho que agradecer al poderoso y sabio rey Enrique VII.

Tumba de Enrique VII y Isabel de York en la Abadía de Westminster
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Los Principes de la Torre

sábado, 25 de febrero de 2012

LOS PRINCIPES DE LA TORRE


El enigma que perduró hasta el día de hoy. Dos niños que fueron encerrados en la Torre de Londres en abril de 1483. Poco tiempo después desaparecieron y nadie los volvio a ver.

Los dos niños eran hermanos. Eduardo V y Ricardo de Shrewsbury, Duque de York. Los dos eran hijos del rey Eduardo IV y de Isabel Woodville.
El matrimonio de ambos era algo impropio ya que el rey Eduardo IV debía casarse con Lady Leonor Talbot, tal y como había planeado el concejero del rey.
Pero a pesar de sus esfuerzos Eduardo IV e Isabel Woodville, que se habían enamorado nada más verse por vez primera, se casaron el 1 de mayo de 1464. De ese matrimonio nacieron diez hijos de los cuales solo siete sobrevivieron.
Eduardo V y Ricardo de Shrewsbury eran unos de ellos.

Llegó el día de la muerte del rey, 19 años más tarde, el 9 de abril de 1483 cuando Eduardo V apenas tenía 12 años y su hermano 9. Pero independientemente de sus edades ambos eran los siguientes en la línea de sucesión.
Pero Eduardo IV antes de morir pudo nombrar a su hermano Ricardo encargado del Consejo de la Regencia, nombrándole Lord Protector.
Fué entonces en el mes de abril cuando los dos principes, puestos bajo la custodia de su tío Ricardo, fueron trasladados y encerrados en la Torre de Londres, con el fin de protegerles de cualquier peligro que se pudiera producir. 

Se dice que entonces un eclesiástico difundió la nulidad del matrimonio de Eduardo IV y su esposa Isabel Woodville, dado que esté se había comprometido antes de haberse casado con Isabel, en matrimonio con Lady Leonor Talbot y de que existía un contrato nupcial firmado y legal, en el que se le prohibía al rey contraer otro matrimonio. Tales antecedentes fueron aceptados y la unión entre Isabel y el difunto monarca declarada nula, como también la ilegitimidad de los niños.

Isabel de Woodville, Madre de los principes

El 22 de Junio de 1483 tuvo lugar un sermón en las puertas de la Catedrál de San Pablo en Londres dónde el pueblo reclamaba a Ricardo como su rey legítimo. Entre ellos, elaboraron una petición para que Ricardo asumiera su responsabilidad y se convertiera en Rey de Inglaterra.
El 6 de julio de 1483 fue coronado como Ricardo III en la Abadía de Westminster.

Ricardo III

Y fue entonces cuando desaparecieron los dos principes de la torre ya que hasta la propia madre tenía prohibido visitarlos como todos los demás que los conocían.
Isabel perdió el titulo de la reina madre y temiendo por la seguridad de sus hijas y de la suya, se hizo aliada bajo una conspiración de la casa Lancaster. Prometió casar a su hija mayor Isabel (Futura madre de Enrique VIII) con el pretendiente de la familia, Enrique Tudor (futuro Enrique VII), si él podía derrotar y deponer a Ricardo.
A partir de ese momento comenzaron los rumores por todo el país de que el rey Ricardo III había asesinado a sus dos sobrinos. Se dice que fueron afixiados por orden suya, pero hasta el día de hoy no existen pruebas algunas que lo puedan confirmar. Éste rumor maquiavélico fue probablmente creado por los enemigos del propio monarca, con el único propósito de poder destruirlo. Existen muchas otras teorías sobre la incógnita de los principes de la torre, pero esta claro que los que deseban crearle una mala fama, lo consiguieron de tal manera, que lamentablemente tantos siglos más adelante, siguen relacionando a Ricardo III con la desaparición de sus dos sobrinos.

Después de que Enrique VII accedió al trono, en 1485, la unión de Isabel Woodville con Eduardo IV fue declarada válida de nuevo y sus hijos fueron legitimados nuevamente. El rey Enrique VII avaló esta legitimación porque quería que su esposa fuera la heredera de la casa de York y, de esta forma, tener un derecho aun más sólido al trono. Porque, como nos daremos cuenta en mis próximas artículos aún más, por aquel entonces cualquier acto fue realizado casi siempre por intereses propios. A Isabel Woodville le fue acordado el título de reina-viuda.

En 1647 mientras se realizaron algunos trabajos de remodelación de la Torre de Londres fue encontrada una caja con el cuerpo de dos pequeños jóvenes. Al encontrarlos creyeron que eran los cuerpos de los dos principes y por orden de Carlos II fueron enterrados como tales en la Abadía de Westminster en una urna de marmol.
La actual reina de Inglaterra se niega a dar su autorización para realizar las pruebas de ADN de los dos cuerpos encontrados en 1647. Aunque parece evidente que ambos cuerpos pertencen a los de los principes aún no hay pruebas concluyentes que lo confirmen, de modo que sigue el misterio de la desaparecíon de Eduardo V y la de su hermano Ricardo, victimas de una conspiración terrible e inquietante.

Abadía de Westiminster (Londres)
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La Rosa Tudor

viernes, 24 de febrero de 2012

LA ROSA TUDOR

Desde que empezé con mis pequeñas investigaciones sobre la Dinastía Tudor siempre veía una rosa de color blanco y rojo y me preguntaba que relación tenía con ella.
Hasta que yo misma me imaginé que obviamente era su emblema. Pero porque una rosa? Porque justo los colores rojo y blanco?
Quizás vosotros también os lo estabaís preguntando.

La rosa Tudor es la unión de dos emblemas que tienen su origen en dos casas diferentes. Existía la Casa de Lancaster que tenía como emblema una rosa roja y en el otro lado estaba la Casa de York que tenía como emblema una rosa blanca.
Durante 30 años hubo una guerra civil entre ambas casas que se denominaba "La Guerra de las dos Rosas". A lo largo de ese tiempo un rey trás otro ocupaba el asiento del trono y las dos casas luchaban por llegar o permanecer en el hasta el 22 de agosto de 1485, el día cuando las fuerzas de Enrique VII derrotaron al ejercito del entonces actual rey Ricardo III, en la batalla de Bosworth.
Ricardo III, famoso por su célebre frase "Mi reino por un caballo", murió durante esa batalla, convirtiendose asi en rey Enrique VII (Padre de Enrique VIII).
La unión de ambas rosas tuvo lugar entonces, cuando el rey Enrique VII, que era miembro de la Casa de Lancaster, se casó con Isabel de York. Asi se reunieron las dos casas reales como también sus dos emblemas y de esa manera nació La rosa Tudor.
La Rosa Tudor simboliza la unión y la consideración mútua.
Todavía es un símbolo de loyalidad e alianza y los Beefeaters de la Torre de Londres la llevan aún hoy en día en sus uniformes y también aún se esconde en algunos escudos de equipos deportivos de Inglaterra.

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