Maria Tudor, Reina consorte de Francia y Duquesa de Suffolk

martes, 6 de marzo de 2012

Maria Tudor, Reina consorte de Francia y Duquesa de Suffolk

Seguiremos los pasos de una princesa hermosa, apasionada y rebelde.
María, conocida como hermana de Enrique VIII y Reina I de Francia nació el 18 de marzo de 1496. María era hija de Enrique VII e Isabel de York, siendo la más pequeña de sus tres hermanos.

Maria Tudor

Desde pequeña disfrutaba de una relación muy estrecha con su hermano mayor Enrique (Futuro Enrique VIII). Los dos niños eran aliados y compartían una variedad de gustos.
Según iban creciendo, compartían su pasión por el espectáculo, la danza y las fiestas que organizaban en la corte.
Cuando Maria tenía 11 años concertaron su matrimonio con Carlos de Castilla, el futuro emperador Carlos V, sobrino de Catalina de Aragón para el año 1514.
Pero unos años antes de celebrar dicho evento, fallecío Enrique VII, padre de María. En el trono se encontraba ahora su hermano Enrique VIII.
 El entonces anuló dicha planificación entre Maria y Carlos de Castilla por aplazamientos diplomaticos y desarollos secretos entre España, Francia y el Sacro Imperio Romano Germanico. 

Carlos I de España

La anulación no había conmovido a la princesa Maria ya que realmente no estaba muy entusiasmada por casarse con Carlos.
Pero lo que ella aún no sabía, era que su hermano junto con el cardenal Wolsey ya estaban planeando un tratado de paz con el país vecino Francia.
El rey Luis XII se acababa de quedar viudo y Enrique VIII opinó que no existía nada igualable que sellar dicho tratado con una boda entre el rey de Francia y su bella hermana.

Luis XII tenía 34 años más que Maria, padecía de La Gota y tenía un aspecto algo desagradable y famélico.
Maria sin embargo fué conocida en su juventud como una de las princesas más bellas de Europa.
Por ahora siempre pudo disfrutar de una libertad inmensa en el reinado de su hermano Enrique VIII, ella participaba en cada evento y fué la estrella de la corte.
Cuando Enrique le habló a su hermana de su plan estaba consternada y horrorizada. Sollozando acepto cumplir con sus obligaciones como princesa de Inglaterra pero bajo una condición.
Estaría dispuesta a contraer matrimonio con Luis XII, si en el caso de fallecer el mismo algún día, ella sería libre de elegir a su segundo marido.

Esto hubiera sido un previlegio para cualquier mujer por aquel entonces y aunque era algo inpensable sobre todo para una princesa de la realeza inglesa, Enrique aceptó su condición.
Se dice que posiblemente haya aceptado el deseo de su hermana, porque realmente la quería y también porque era importante que ella contrajera libre-, y pacíficamente el matrimonio con el viejo rey francés.
En la misma conversación con su hermano, ella le confesó que estaba enamorada de su amigo y confidente Charles Brandon, Duque de Suffolk.

El rey de Francia, Luis XII evidentemente estaba encantado con la planifiación de la boda entre el y la joven y bella princesa Maria.
En agosto de 1514 se realiza la boda en Inglaterra en el palacio de Greenwich entre un apoderante del rey de Francia y Maria.
Luis XII ya le había mandado muchas joyas y un vestuario esplendido a su futura esposa.
A principios de octubre del mismo año Maria viaja a Francia para unirse con el rey Luis XII.
El 9 de octubre celebran la boda oficial en la catedral de Abbeville seguido por varias semanas de celebraciones.
Una de las damas de honor que la atendió en Francia fue Ana Bolena. María fue descrita por el embajador de Venecia, como "un paraíso de altura, delgado, ojos grises, que posee una palidez extrema".

La boda entre Luis XII y Maria Tudor

 La mayoría de sus damas de compañia que había traído desde Inglaterra volvieron, a exepción de algunas que se quedaron con la nueva reina cosorte de Francia como las hermanas Bolena.

El matrimonio no duró demasiado, ya que 82 días después de la boda, fallece el rey Luis XII el 1 de enero de 1515 supuestamente por "sus esfuerzos en el dormitorio".
Le sucedió en el trono su yerno y primo Francisco I, casado con su hija Claudia de Francia.
Maria deseaba volver a Inglaterra pero de pronto tuvo que recluirse 40 dias por orden del nuevo rey, tal y como decía la tradición francesa para las viudas reinas que pudieran estar embarazadas.
Mientras, Maria, pensando en la promesa que le había hecho su hermano, poco a poco comenzó a desvanecerse delante de sus ojos. Preocupada por si Enrique cambiara de idea, le escribió una carta pidiéndole que se pusiera en contacto con el rey francés Francisco I para que le dejara volver a Inglaterra y recordandole de aquella promesa que le había hecho a su hermana:

"Sir, I beseech your grace that you will keep all the promises that you promised me when I took my leave of you by the waterside. Sir, your grace knoweth well that I did marry for your pleasure at this time and now I trust you will suffer me to marry as me liketh for to do... wherefore I beseech your grace for to be a good lord and brother unto me"

Ella decía también que si su hermano iba a romper su promesa, entraría en un convento de monjas.

"never no man shall joy of me"

Mientras, Francisco I temía por la alianza entre las dos naciones Francia y Inglaterra y que Enrique VIII comprometiera a su hermana nuevamente con Carlos de Castilla. No estaba dispuesto a perder la alianza y por ese motivo intentaba animar a Maria contraer matrimonio con algún noble francés.
Pero María ya había planeado algo distinto desde hacía un tiempo. 
Confesandole a Francisco el amor que sintía por Charles Brandon, supo el al mismo tiempo que había llegado el momento para acabar con los planes de Enrique VIII. 
Mientras tanto en Inglaterra, Enrique VIII mandó al mismísmo Charles Brandon a Francia para que pudiera acompañar y proteger a su hermana mientras volviera a casa.
Confiaba en Charles, era un amigo fiel que había conocido toda su vida. Y aún sabiendo de los sentimientos entre su amigo y su hermana no dudaba de él, ya que siempre había demostrado fidelidad hacía su soberano y además dependía de su rey.
Pero antes de partir, tuvo que jurarle a Enrique que iba a traerle a su hermana sana y salva y que su relación se basara únicamente en formalidad y respeto.

Charlos Brandon llega a Francia el 27 de enero y en primer lugar tuvo una audiencia privada con Francisco I.
El le habló a Charles sobre la confesión de Maria y los sentimientos que aguardaba hacía el y que si el sentía lo mismo, iba a ser su aliado y que iba a apoyarlos en todo momento.
Poco tiempo después por fin volvió a ver a Maria y se vió entre la obedencia que le debía hacía su soberano y el deseo hacía su princesa María.
Podían haber vuelto de inmediato con esperanzas a Inglaterra y suplicar al rey cumplir con su promesa y dejarles contraer matrimonio.
Pero la pareja temía que María volviera a ser victima de consideraciones politicas y además sabían bien que Charles tenía muchos enemigos políticos.
De ese modo se casaron en secreto el 3 de marzo de 1515 en París.
Asi Maria Tudor hizo algo verdaderamente inpensable para una princesa. Se casó con el hombre que ella había elegido y amado.

Maria Tudor & Charles Brandon

El duque de Suffolk le comunica a su amigo, el cardenal Thomas Wolsey, sobre la boda el día 5 de marzo. Técnicamente, esto era traición a la patria, como Charles se había casado con una princesa real, sin el consentimiento de Enrique.
Poco tiempo después cuando al final el rey inglés supo de la boda entre su fiel amigo y su hermana, se sintió profundamente decepcionado e indignado y echó a los de la corte.

El Consejo Privado instó a que Charles debería ser encarcelado o incluso ejecutado.
Por suerte, el actual concejero principal Thomas Wolsey hizo reflexionar al rey y recordarle cuanto amor sentía por su hermana y de los tantos años que había disfrutado de la amistad con Charles.
Después de que ambos le habían pedido perdón por escrito en múltiples ocaciones al final Enrique los perdono.
La pareja pudo volver a la corte y accedieron a pagar a Enrique 24.000 libras, junto con su plato y las joyas. Pudieron casarse públicamente en Greenwich Hall el 13 de mayo de 1515 a dónde el propio Enrique junto a su esposa Catalina de Aragón asisitío.

María fue la tercera esposa de Charles Brandon, y el ya tenía dos hijas, Ana y María, por su segundo matrimonio con Anne Browne, ella había muerto en 1511. María cuidó entonces a las niñas junto a sus propios hijos.

Cuando María estuvo embarazada de su primer hijo, su cuñada Catalina de Aragón también se encontraba en estado. De ese modo las dos pudieron disfrutar juntas de ese acontecimiento nuevo y feliz. Primero nació la hija de Catalina a la cual le dieron el nombre de Maria en honor a su tía.
Y poco tiempo después nació el hijo de Maria y le dieron el nombre de su tío, Enrique.

Después del nacimiento de Enrique tuvieron también a Frances y Leonor.
Eran tiempos felices sobre todo para Maria y Charles.
Maria había cumplido su deseo y además disfrutaba de una relación fantástica con su hermano.

Desgraciadamente a partir del año 1520 María empezó a enfermar y las relaciones entre María y su hermano el rey se vieron afectadas cuando ella se opuso a que éste se divorciase de su esposa Catalina de Aragón para casarse con Ana Bolena, a quién ella había conocido por vez primera en Francia.
Las visitas a la corte de Enrique eran cada vez menos frecuentes.
Pero aún viendo el comportamiento de su hermana, hacía la relación entre Ana y Enrique no cambió de parecer.
Una vez casado con Ana Bolena y declarado sin fuerza legal su matrimonio con Catalina de Aragón, tuvo lugar la coronación de Ana Bolena en Junio del año 1533 a la cual asistió Charles Brandon.
Por ese motivo no estaba con María cuando falleció el 25 de junio de 1533 a los 37 años de edad a causa de Tuberculosis.

Fue enterrada inicialmente en la abadía de Bury St Edmunds, (Suffolk) pero un tiempo después su cuerpo fue trasladado a la cercana iglesia de Santa María, a causa de la destrucción de los monasterios.

Iglesia de Santa María (Suffolk)
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1 comentarios:

AnnaliceMallory dijo...

Adoro la historia de esta mujer, ¿por que cuando buscas a los Tudor casi siempre por Enrique VIII, sus mujeres y sus hijas? hay que recordar que este hombre tuvo dos hermanas y las dos pasaron lo suyo también. La historia de María Rosa Tudor es muy interesante y merece toda la importancia. He traducido un libro de Jean Plaidy, María Reina de Francia, y me gustaría publicarla.

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