Enrique VII, conocido como fundador de la Dinastía Tudor y padre de Enrique VIII nació el 28 de enero de 1457 en Gales en el castillo de Pembroke. Era hijo de Edmundo Tudor y de Margarita Beaufort.
Enrique era por parte de su madre descendiente de reyes de Inglaterra, pero en 1396 una ley decretada por Enrique IV impedía el ascenso de ningún Beaufort al trono inglés. Pero la ascendencia relacionada con el matrimonio entre sus abuelos paternos, Owen Tudor y Catalina de Francia, que era viuda del rey Enrique V, y la impopularidad de Ricardo III por el rumor de haber asesinado a sus sobrinos, eran razones suficientes para luchar con esperanza por el trono inglés.
Enrique nació al comienzo de la Guerra de las dos Rosas y quién hubiera sabido, que al nacer ese pequeño ser, sería él quién acabaría para siempre con esa guerra civil que perduraría treinta años.
Debido a La Guerra de las dos Rosas y la persecución de la casa York, Enrique y su familia abandonaron Gales por Bretaña y fué ahí dónde creció Enrique y se le educó como posible candidato de la casa de Lancaster para ocupar el trono de Inglaterra.
Para asegurar su sitio en el trono luchó contra el rey Ricardo III en 1483 y al salir perdiendo de ello volvió a la lucha en 1485 a la gran batalla de Bosworth, dónde finalmente venció al rey y pudo ocupar el trono de Inglaterra.
Enrique era un hombre muy inteligente y no estaba dispuesto a perder lo que había conseguido. De esa manera captó de inmediato el problema del cual se tenía que deshacer.
Y el principal problema eran los barones influyentes de la nobleza inglesa, los que acechaban el trono que ahora ocupaba Enrique VII. Ellos tenían mucha influyencia como también sus ejercitos privados y Enrique lo sabía bien. Asi que primero prohibió cualquier forma de ejercito y cualquier barón que actuara contra dicha ley sería juzgado por traición y eso siempre conllevaría a la pena de muerte.
En segundo lugar aumentó los impuestos para los barones con el fin de que disminuieran sus fortunas. Enrique aprovechó esas cantidades para amplificar su propio ejercito.
Además fundó su propio juzgado que consistía en un grupo de hombres, los que le juraban fidelidad toda la vida y los que además actuaban en contra de los barones. Las sentencias eran inimpugnables y las vistas tuvieron lugar en secreto.
Con esos actuaciones tenía bien atadados a todos los barones de la nobleza de Inglaterra.
Isabel de York & Enrique VII
Aunque Enrique era miembro de la Casa de Lancaster el 18 de enero de 1486 se casó con Isabel de York, en la catedral de Westminster tal y como habían planeado las madres de ambos por correspondencia secreta. Enrique había atrasado la boda en varios ocasiones durante meses pero al final el parlamento bajo la presión popular, exige al rey cumplir con sus obligaciones. Las dos casas reales al final se unieron y nació la Rosa Tudor.
De ese matrimonio nacieron 7 hijos de los cuales 4 sobrevivieron a la infancia. Arturo, Margarita, Enrique (Futuro Enrique VIII) y Maria.
A su primer hijo le dieron el nombre Arturo, por la admiración que sentía Enrique por el mítico rey Arturo y su távola redonda.
Y para crear relaciones con el extranjero planificó la boda entre su hijo Arturo y la princesa española Catalina de Aragón, hija de los Reyes Católicos.
Este matrimonio desgraciadamente tan solo duró 5 meses a causa del fallecimiento del principe Arturo. Arturo muere el 2 de abril de 1502. Por este acontecimiento terrible ambos monarcas se sienten lo suficientemente motivados para tener otro niño con el fin de asegurar la suseción de la Dinastía Tudor.
El dos de febrero de 1503 Isabel da luz a una niña, que recibió el nombre de Catalina, en honor a su nuera Catalina de Aragón, que fué como una hija para ella.
Pero la criatura tristemente solo sobrevivió algunas horas.
Isabel se sintío profundamente herida y triste por la muerte de su hijo mayor Arturo y ahora con la muerte de su hija recién nacida Catalina, su salud empeoró y después de nueve días de agonía, murio el 11 de febrero de 1503 a causa de una fuerte fiebre puerperal.
Arturo, Príncipe de Gales
Enrique nunca se recuperó del dolor que le causaron las tres muertes tan trágicos.
Desgraciadamente no se sabe mucho sobre el matrimonio de los dos monarcas. Pero lo poco que he podido investigar es que haya sido un matrimonio realmente feliz. Se dice que siempre se trataron con cariño y sumo respeto. Aunque está documentado que Enrique haya sido un tanto avaricioso no se escatimó en gastos para darle un funeral espléndido a su esposa.
Isabel fue sepultada en la Abadía de Westminster en la Capilla de la Reina.
Después del fallecimiento de su esposa Enrique se sintió muy entristecido y durante un tiempo se apartó del público y no quizó ver a nadie.
No volvió a casarse aunque se lo estuvo planteando con la princesa Juana de Castilla, hermana de Catalina de Aragón. Pero eso plan nunca pudo ser ya que Enrique VII falleció inesperadamente el 21 de abril de 1509 con 52 años. Fue enterrado en la Abadía de Westminster al lado de su esposa Isabel de York.
Tras la muerte de Enrique VII había dejado a su país en un buen estado. Los barones de la nobleza pensaban que era mucho mejor servirle al rey que estar en su contra. La Dinastía de los Tudor es famosa sobre todo por los reinados de Enrique VIII y Isabel I pero la Dinastía Tudor que perduró 118 años tiene mucho que agradecer al poderoso y sabio rey Enrique VII.
Tumba de Enrique VII y Isabel de York en la Abadía de Westminster