Cuando los Castillos conquistaron Europa

Cuando los Castillos conquistaron Europa


Nunca habéis soñado con dormir en un castillo encantado, ser dueño de una fortaleza medieval o incluso sentirse reina en un palacio por tan solo un día?
Dudo que existan personas, incapaces de sentirse abrumados cuando se encuentren delante de unos muros en ruinas que alguna vez perteneció a reyes y reinas...dónde se habían celebrado bailes, interminables banquetes y fiestas. Dónde vivieron monarcas juntos a su corte.
Una corte que fácilmente podía llegar a las 500 personas. Todos ellos fieles siervos de su señor,....o al menos esa era la idea.
Dónde las mujeres eran duquesas y princesas y los hombres lords y condes, dónde los torneos solían ser el pasatiempo favorito y la reverencia la manera de saludar.
Los banquetes llegaban a su fin solo cuando ya no quedaban más jabalís o pavos reales por desmenuzar y  cuando ya no habían más barriles de vino por abrir....solo entonces y cuando ya el sol se encontraba a punto de salir, era la tranquilidad la que reinaba entre aquellos muros, que hoy en día muchas veces aún podemos contemplar.
Así que, quizás la próxima vez que estés delante de un castillo, dándole vida a recuerdos de un pasado muy lejano, verás toda aquella estampa con diferentes ojos.
Y si, sé que todo aquello no se trataba solo de diversión y belleza, de hecho, lo sé demasiado bien, pero que queréis que os diga,... a mi me gusta imaginármelo así.

Fue un mundo tan diferente al de hoy y a veces resulta ser una escapatoria perfecta del modernismo que tanto controla nuestro tiempo.
En mi caso, casi siempre sale perdiendo, ya que lucho contra el desde que tengo uso de razón. :-)

Pero lo más que me intriga y emociona de los incontables castillos y palacios en Europa son sus formas y estilos que cambian según el país dónde se encuentre.
Viendo una imagen de un castillo podrás saber exactamente dónde se ubica, ya que cada región tiene su propio arte y su propia belleza.
Mientras que los castillos en Gran Bretaña suelen ser misteriosos y fabulosos, los de Francia casi siempre ostentosos y coloridos y los de Alemania a su vez rústicos y románticos.
Esa es la esencia de la Edad Media.
Pero hay que mencionar que existen diferencias entre palacios, castillos y fortalezas.
Cuando las fortalezas más bien se construyeron con el objetivo de su propia defensa y la de su pueblo, los palacios eran las residencias de los monarcas, nobles y de su corte.
Solían construir los castillos en lugares estratégicos y muchas veces en puntos elevados y/o próximos a un curso de agua, ya sea en un lago o ante una trinchera para poder organizarse una buena defensa.
Por ello, la marca típica de los castillos de Alemania es sobre todo su ubicación espectacular, habiéndolos creado en las cimas altas de las montañas o peñones. Mientras que las de Inglaterra y las del Norte de Francia los erigían más bien en las colinas bajas o llanuras.
El punto culminante de la construcción de los castillos era la Baja Edad Media. La mayoría de las ruinas y fortalezas, que aún hoy en día podemos contemplar, proceden de aquella época. A base de la infraestructura floja de la Europa medieval, era la construcción de los castillos el recurso más importante para ejercer poder.
Pero a parte de demostrar estatus y prestigio, también ofrecían protección.
Los historiadores interpretan la multitud de los castillos por toda Europa creados en los siglos 11 y 12 por las guerras frecuentes entre los propios lords.
La construcción de las fortalezas fue introducido en Inglaterra justo antes de la conquista normanda en 1066. Mientras que en Dinamarca se construyeron algo más tarde y cerca de la costa a causa de los continuos ataques de piratas.

Un castillo se caracteriza sobre todo por su muralla protectora y gruesa, generalmente transitable por el adarve. De trecho en trecho se construían torreones, que permitían diversificar los ángulos de tiro. Las bonitas y famosas almenas se usaban para la protección de los defensores.
También se solían crear matacanes y garitas para mejorar las condiciones de tiro sobre los asaltantes. Los matacanes se abrían y los defensores podían lanzar flechas, rocas e incluso agua o aceite hirviendo.

Rodeando la muralla, se abría un foso para poder impedir la aproximación de los enemigos.

Esencial también era la torre principal que generalmente solía ser más alta que el resto del conjunto. Ahí era dónde residían los dueños, siendo como no, el lugar más protegido del castillo.

Y que sería un castillo sin su patio de armas, mazmorras, capilla, sala del trono y a veces también pasadizos secretos para una huida segura.

Y aparte de los incontables palacios y castillos que hoy en día podemos visitar, existían aún muchos más de lo que nos podemos imaginar.
Los diferentes países estaban realmente cubiertos por ellos.
Prácticamente en cada pueblo existía una pequeña fortaleza.
En el área lingüístico alemán tan solo se construyeron 20.000 fortalezas.
La mayoría de ellas desgraciadamente hoy en día inexistentes, a causa de las incontables guerras, fuegos y demoliciones.
En la actualidad, el país con más castillos por metro cuadrado en todo el mundo es Gales, pero en Bélgica, Alemania, Francia y España también existen abundantemente.

A lo largo de mi vida, he tenido el gran honor de visitar algún que otro palacio y castillo. Supongo, de no haber sido por ello, no estaría aquí escribiendo un artículo sobre fortalezas medievales. Pero es cierto que si momentos te pueden llegar a marcar, también y sobre todo existen lugares que lo hacen.
Te llevas una parte de ellos y posiblemente te acompañe hasta el resto de tu vida y al final la persona en que te has convertido se fue creando a base de esos momentos y lugares inolvidables.

A mi por ejemplo me hicieron crear este blog y a ti?

Y para el quién quiera soñar o sencillamente planear su próximo viaje, aquí os muestro los castillos y palacios más hermosos y especiales de Europa.

Alemania:

Burg Eltz 

Castillo de Neuschwanstein 

Castillo de Lichtenstein 

Bélgica:

Castillo de Gravensteen

Suiza:

Castillo de Oberhofen

Castillo de Chillon

Austria:

Castillo de Kreuzenstein

Francia:

Castillo de Chenonceau

Castillo de Chaumont

Rumanía:

Castillo de Hunyad

España:

Castillo de Ponferrada 

 Alcázar de Segovia

Castillo Butrón

El palacio de la Alhambra

Escocia:

 Castillo de Eilean Donan

Castillo de Dunnottar 

Inglaterra:

 Bodiam Castle

Sudeley Castle

Castillo de Leeds

 Castillo de Hever

Castillo de Scotney