Hoy es la pura euforia e ilusión que os dedican este artículo,... estos sentimientos nacieron al despegar el avión hacia el norte de Inglaterra unas cuantas semanas atrás y crecieron día por día hasta esta mañana, cuando al fin abarrotaron y comenzaron a redactar estas palabras.
Fueron ellos también, que me hicieron crear un vídeo sobre mi historia de este verano. Y esa historia me llevó hasta el corazón de York, hacía batallas medievales, castillos encantados, pueblos solitarios y playas nórdicas, dónde las herramientas de los anglosajones, las calles romanas, los broches vikingas y los muros medievales se unen en un solo lugar.
Una vivencia veraniega, difícil de olvidar, llena de magia y sueños cumplidos.
Todo ello reducido en un vídeo, dónde podréis descubrir el reflejo de un viaje más hacía el pasado, un viaje dónde el tiempo es del todo relativo y dónde la felicidad se sitúa en la calle de "The Shambles".
Las noches de lluvia, los gansos del Canadá cruzando las calles del York mañanero, el chocolate caliente con nata montada del Starbucks, el sonido de las campanas de la catedral y el Fish and Chips mientras algún artista callejero cante "Let it be" son detalles, que naturalmente son difíciles de describir en un vídeo, pero que os voy a decir que ya no sepáis,... la aventura esta ahí fuera, y muchas veces relacionada con la historia medieval,...bueno, al menos ahí está la mía y por una razón que desconozco. Pero acaso importa la razón, si hay felicidad por en medio?