¿Porque separar en nuestros pensamientos esta vida y la siguiente, si una nace de la otra?
Hay frases que percibes con indiferencia, con desdén. Las oyes y las asimilas pero poco tiempo después se quedan en el olvido y nunca más las recordaras. Sin embargo existen otras, que se aferran a tu corazón y éstas nunca se van.
Lo mismo nos ocurre con ciertos lugares, canciones, libros y personas. Y a que se debe esta indiferencia o esta repentina devoción? Recuerdos de una vida pasada, simpatías naturales, pasiones innatas o es todo casualidad?
El alimento principal de este blog son los acontecimientos que ocurrieron hace mucho y el efecto que producen en la autora del mismo.
Estos efectos me han llevado a emprender aventuras que no sabía que existían, a lugares que nunca imaginé. En ellos he visto la magia. Este año la he visto reflejada en los pavimentos húmedos de Edimburgo, en las aguas opacas del Lago Ness y en el valle de Glen Coe.
El pasado no solo deja sus huellas en los lugares sino también en nosotros. Este año me ha llenado de huellas y marcas. Marcas de batallas entre escoceses e ingleses, rastros de tinta de las plumas de las hermanas Brontë y un recuerdo lejano del primer encuentro entre la reina Victoria y Alberto.
Me crucé con muchas historias que transcurren en mi interior de una manera constante, asegurándome así su inmortalidad. Desde espectáculos de luchas de gladiadores, hasta el trágico final de los últimos caballeros de la Orden del temple. He visto con mis propios ojos dónde ocurrió y los muros me explicaron como. He visto dónde apuñalaron a David Rizzio en el Palacio de Hollyrood, dónde tuvo lugar la batalla de Culloden, hacía dónde huyó "Bonnie Prince Charlie" y he contemplado con asombro el escritorio en el que Charles Dickens redactó Oliver Twist.
He estado en las catacumbas de Edimburgo y tuve las manos en el lago Ness...
Después de que mis ojos vieran todos estos espejos del pasado, como no poder estar seguro de que una vida nace de la otra?
Doy gracias desde mi pequeño y apreciado rincón literario a todo aquel y a todo aquello, que directamente o indirectamente contribuyó en mi felicidad y en mi interminable afán de ver más allá de la historia. Hoy soy todo lo que he leído y todo lo que he visto. Soy Anne Brontë, Edimburgo, Claire Beauchamp, Glen Coe, Amy Robsart, el águila real de aquel saliente rocoso en la Isla de Skye y Alasdair MacIan MacDonald.
Me considero muy afortunada de vivir tantas vidas. Ellas hacen que todo este blog tenga sentido y convierten la vida en una aventura sin fin, en una historia interminable.
Gracias a mis queridos lectores por leerme y por interesaros por las pasiones de una jovenzuela. Gracias a todo aquel que nunca ha dejado de creer en mi y al que intenta desesperadamente comprender mi conexión hacia lo medievo y lo británico.
En especial quiero darle las gracias a Jose Rodriguez Pulido, sin ti esto no hubiera sido posible.
Os deseo a todos una Maravillosa Navidad y un Feliz Año Nuevo.
Siempre vuestra.
Sydney
"Un lector vive mil vidas antes de morir. Aquel que nunca lee vive solo una."