Isabel de York, hija del rey Eduardo IV y mujer de Enrique VII nació el 11 de febrero de 1466. Su madre era Isabel de Woodville, era una viuda joven cuando conoció a Eduardo IV. Se casaron en secreto el 1. de mayo de 1464. Contrajeron matrimonio por amor y no como solía ser en aquel entonces por diplomacia.
Isabel y sus hermanos se críaron en medio de la guerra civil "La Guerra de las dos rosas". Aunque realmente no percataron la presencia de ella hasta la muerte de su padre, el rey Eduardo IV.
Isabel de York
En 1475, cuando Isabel tenía 9 años ya estuvo comprometida con Carlos VIII, hijo del rey de Francia. Y aunque nunca llegaron a casarse dicha relación le reafirmó una buena educación.Aparte de muchas asignaturas diferentes que ella tuvo que estudiar, aprendió a leer y escribir francés como también la caligrafía medieval.
Cuando Isabel tenía 17 años murió su padre, el rey Eduardo IV.
Habían rumores que decían que su tío, Ricardo, inmediatamente después de la muerte de su hermano, planeó casarse con su sobrina Isabel en cuanto se muriera su enfermiza mujer.
Se dice que si verdaderamente tenía la intención de casarse con ella, una de las razones principales había sido la de apartar al famoso pretendiente de la casa Lancaster, Enrique Tudor, del trono.
A partir de la muerte de su padre todo empezó a complicarse drasticamente.
Su hermano de 12 años Eduardo fue encerrado por orden de su tío Ricardo en la Torre de Londres. Poco tiempo después le acompaño su hermano de 9 años Ricardo.
Mientras los dos hermanos, llamados más adelante "Los Principes de la Torre" estuvieron encerrados, Ricardo anunció la invalidez del matrimonio entre su hermano Eduardo IV y su esposa Isabel de Woodville. Alegó que su hermano había firmado un contrato nupcial con Lady Leonor Tolbot y que el difunto monarca tenía prohibido contraer matrimonio con otra persona.
Isabel y sus hermanos fueron declarados ilegitimos y el matrimonio de los padres de Isabel nulo.
Los hermanos Eduardo y Ricardo desaparecieron y nadie volvió a saber algo de ellos hasta el día de hoy. Fue entonces cuando el tío de Isabel se convertió en Ricardo III, rey de Inglaterra.
No se sabe mucho sobre como había reaccionado Isabel al saber de la desapareción de sus hermanos.
Pero su madre ahora temía por la seguridad de sus hijas y pidieron refugio en un monasterio cercano para protegerse.
Mientras, la madre de Isabel contactó en secreto con la madre de Enrique Tudor, Margaret Beaufort y ambos mujeres planificaron la unión de sus hijos. Aunque se suponía que las dos mujeres debían ser enemigos había una cosa que compartían. La infelicidad que sentían por ver a Ricardo III en el trono.
Entonces Enrique Tudor hizo publico la promesa de casarse con Isabel de York, si derrotara a Ricardo III y si se convertiera en rey de Inglaterra.
Enrique VII
Y Enrique Tudor pudo cumplir con aquella promesa ya que derrotó a Ricardo III en la batalla de Bosworth el 22 de agosto de 1485 y se convertío en rey de Inglaterra. Aunque Enrique no se le veía muy apresurado en convertirse en esposo de Isabel, finalmente se casaron el 18 de enero de 1486 celebrandolo en la Abadía de Westminster. Esa boda fué un simbolo del final de la Guerra de las dos Rosas y el nacimiento de la Rosa Tudor.
La Rosa Tudor
Isabel entonces tuvo 19 años y fue una de las mujeres más bellas de su época.
Tenía la belleza clásica de una mujer inglesa. El pelo largo y rubio con ojos azules y una piel de porcelana.
Su esposo entonces tenia 29 años y era alto, esbelto con el cabello moreno, apuesto y definitavente en el mejor momento de su vida. Eran la pareja perfecta.
El hogar de la reina Isabel fué dirigida por Margaret Beaufort, la madre de Enrique VII. La propia madre de Isabel, Isabel de Woodville fue llevada a un convento y perdió todos sus pertenencias a causa de un posible complot que se dice que planeaba con miembros de la Casa York contra el rey.
Tuvieron 7 hijos de los cuales 4 sobrevivieron a la infancia.
Pasaron aproximadamente 13 meses después de la boda cuando nació su primer hijo. Fué llamado Arturo, en honor a la leyenda mítica del rey Arturo y su távola redonda. Desde el momento del nacimiento fué Duque de Cornealles y fue nombrado Principe de Gales y Conde de Chester en 1489.
Desgraciadamente nunca pudo disfrutar realmente de una buena salud.
Con la edad de dos años ya fué planificada su boda con la princesa española Catalina de Aragón.
Arturo Tudor
Y mientras tanto nació Margarita en el palacio de Westminster el 29 de noviembre de 1489. Futura reina consorte de Escocia.
Margarita Tudor
Dos años mas tarde nace Enrique Tudor (futuro Enrique VIII) el 28 de junio de 1491. Se dice que Enrique disfrutaba de una muy buena relación con su madre Isabel de York. La idealizaba tanto, que le era muy dificil encontrar a una mujer que alcancara sus espectactivas.
Enrique Tudor (Futuro Enrique VIII)
El 18 de marzo de 1496 nace María conocida en su juventud como una de las princesas más bellas de Europa. Tuvo muy buena relación con su hermano Enrique. Por ese motivo, la primera hija de Enrique recibe el nombre de María. Era reina consorte de Francia y más adelante Duquesa de Suffolk.
Maria Tudor
Arturo con la edad de 15 años se casó con la princesa españla Catalina de Aragón en noviembre de 1501. Cuatro meses más tarde cayó enfermo, posiblemente de tuberculosis. La siguiente primavera, Arturo murió de fiebre, por las húmedas condiciones del tiempo.
La noticia de la muerte de Arturo, fue muy dolorosa para sus padres. Un columnista retrató el dolor de Isabel como el de la Virgen María de los Dolores al pie de la cruz. El reinado de Enrique VII nunca fue el mismo después de la muerte de Arturo.
Después de ese acontecimiento tan terrible los monarcas decidieron tener otro hijo más, para asegurarse de una larga vida para la Dinastía Tudor.
Aproximadamente un año después nace una niña a la cual le pusieron el nombre de Catalina, en honor a Catalina de Aragón, pero desgraciadamente fallece tan solo unas horas después.
A continuacion la reina se sintío terriblemente entristecida y fue entonces cuando su salud sufrió un declive fatal. La reina sufrió una fuerte fiebre puerperal y murió después de nueve días de agonía, el 11 de febrero de 1503 en su cumpleaños número 37.
Enrique VII nunca pudo recuperarse de aquella muerte. Se dice que aunque era un hombre algo avaricioso, no se escatimó en gastos para darle un funeral fabuloso a su difunta esposa. Enrique VII nunca volvió a casarse.
Todavía hoy en día se pueden observar las dos tumbas de los dos monarcas legendarios uno al lado del otro en la Abadía de Westminster en Londres.
Isabel de York fue la única reina inglesa en ser hija, hermana, sobrina, esposa y madre de reyes ingleses. Además, se tomó su retrato como base para dibujar la figura de la reina en la baraja de naipes.
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