La profesión angustiosa - Los Verdugos

martes, 19 de junio de 2012

La profesión angustiosa - Los Verdugos

Siempre solemos hablar de las incontables ejecuciónes que tuvieron lugar a lo largo de los siglos pero raramente nos paramos a pensar en los que los realizaban con sus propias manos.

Quienes fueron, como y porque ejercían esa profesión tan aterradora, que opinaba la población de ellos y que clase de conocimientos había que adquirir para convertirse en verdugo.

Muchas dudas que quizás os puedo aclarar con el próximo artículo sobre el oficio más impopular de la historia.

Las ejecuciones ya comenzaron en la era clásica.
En aquella época los condenados fueron torturados y/o sentenciados a muerte, que en su mayoría había sido por la crucifixción.
En las colonias romanas eran los legionarios cuales tuvieron que realizar esa tarea pero también era costumbre obligar a los esclavos a ello.

Las penas de muerte volvian a aparecer en el siglo 13.
Intentaban ceder la jurisdicción al estado con el fin de impedir toda clase de actos violentos. Hasta aquel entonces los procedimientos judiciales realizaban exclusivamente el tribunal en los que el demandante y el demandado podían disfrutar de los mismos derechos.
Por norma general el objetivo era el de escuchar la declaración del acusado para después poder llegar a un veredicto. Pero a mediados de 1250 eran los jueces cuales tenían que estudiar los hechos. Fue entonces cuando la tortura se realizaba cada vez con más frecuencia y cuando se nombraron oficialmente a los primeros verdugos.

Este oficio era generalmente hereditario y hubo familias que lo ejercieron durante varias generaciones. Con ello se produjeron verdaderas dinastías de verdugos. Hasta los matrimonios fueron celebradas entre familias de verdugos. Era legalmente determinado que los verdugos recibieran sus sueldos por la familia del condenado después de las ejecuciones.
Pero no siempre fue un oficio ejercido voluntariamente.
A veces tuvieron que realizar las ejecuciones los familiares de la victima o también los testigos del crimen. También escogian de forma arbitraria o por castigo a los verdugos o incluso los que estaban condenados a muerte tuvieron que ejecutar a sus complices.

En Europa diseñaron un atuendo especialmente destinado a  proteger su identidad. En su mayoría eran trajes de color rojo o negro con capucha, guantes y botas.

Pero el oficio del verdugo no siempre era una tarea de hombres. Hay indicios que existían incluso mujeres a finales de la edad medieval que ejercían dicha profesión.

El aprendizaje incialmente fue llevada a cabo por el padre o padrastro y podía continuarse por otro maestro. Para comenzar con dicho aprendizaje tuvieron que presentar una formación básica militar. Los verdugos además tenían que poseer ciertos conocimientos en la médicina. Eso era necesario para saber hasta que momento pudieron torturar al condenado sin llegar a la muerte. Las ejecuciones como también las torturas tenían que realizarse exactamente según dictaba la sentencia. Una ejecucion o tortura fallida podía llevar al mismo verdugo a la pena de muerte.

Como finalización del aprendizaje cada verdugo tenía que realizar una "prueba". Para ello se necesitaba una autorización oficial. Esa prueba consistía en decapitar a una persona bajo la supervisión del instructor con un único golpe. Si esa prueba era exitosa el verdugo recibía un diploma de su instructor, cual le ayudaría a ejercer oficialmente como verdugo. Sin ese diploma no podía ejercer.

Las tareas básicas de un verdugo era la ejecución y la tortura para recibir confesiones. Pero también tuvo otras tareas desagradables como la limpieza de las cloacas, sepultar a suicidas y la vigilancia de las prostitutas.

Los verdugos a veces encargaron a sus ayudantes a torturar o a ahorcar a los condenados mientras que ellos solamente vigilaban.

Las decapitaciones con el hacha o con la espada sin embargo siempre fueron ejercidas por los verdugos ya que se necesitaba cierta habilidad para ello.

Mientras ejercían también solían adquirir conocimientos anatómicos. Incluso habían verdugos que entendían más de la estructura ósea o de la ordenación de los organos del cuerpo humano que muchos médicos. Hay ciertos ejemplos dónde los verdugos practicaban a menuda la cirúgia para ganarse algo más de dinero. Como en algunos casos los verdugos podían reutilizar los cuerpos de los condenados, a veces se aseguraban de otros ingresos, vendiendo sustancias "curativas" cuales fueron extraidas de los mismos una vez que ya estaban muertos.

En la mayoría de los países los verdugos fueron temidos por la población. En algunos no podían convivir con las demás personas ni podían tocar los alimentos en un mercado. Ocupaban el ultimo lugar al entrar en una iglesia y debían pedir permiso para comer en algún lugar público, que era denegado en ocasiones. No fueron admitidos en gremios ni podían llegar a ser sacerdotes. También les era prohibido cazar, menos a los lobos.
La posibilidad de un hijo de un verdugo para poder ejercer otra profesión era casi nula y sus hijas solamente podían casarse con otros verdugos. Ellas solamente podían realizar oficios desacreditados como el de la adivina, o dar tratamientos esotéricos o terapéuticos etc.
Si se recibía dinero de un verdugo, las personas se santiguaban en tres ocasiones.
En algunos lugares incluso al entrar en una cuidad tenian que tocar una campana para avisar a los habitantes de su presencia.

Pero se sabe que muchos verdugos no soportaban su profesión destinada a la muerte, por lo que se refugiaban a menudo en el alcohol, sufrían depresiones y/o se suicidaban.

Debo citar la frase de un verdugo llamado Charles Henri Sanson que ejercio por su desgracia durante muchos años en la revolución francesa:

"Si los verdugos somos una vergüenza, no deberíamos de existir- Y si somos necesarios, que por favor se nos trate con el respeto de tales.”
Image and video hosting by TinyPic

2 comentarios:

Marta García dijo...

Excelente elección del tema. Siempre es interesante aprender el lado oculto de la historia. Hablamos de lo cruel y brutal que ha sido el pasado pero nunca recordamos que detrás de cada muerte hay una mano ejecutora y que detras de cada mano hay una orden sin remordimientos.

No sabía que los verdugos tuvieran que tener conocimientos en medicina o anatomía...a veces uno piensa que la labor del verdugo era la de un simple movimiento automático de arriba a abajo, de derecha a izquierda; ¨zas¨ o ¨clack¨...

Es curioso que necesitemos conocimientos para seguir viviendo pero aún más incomprensible que los necesitemos para acabar con una vida. Sin embargo, no hay más explicación que el contexto de una época.

Gracias por hacerme pensar... :D

lorito dijo...

Napoleón le preguntó a Charles Henri Sanson:"¿Cómo puede dormir por las noches?" Sanson le respondió:"Si los reyes,emperadores y dictadores pueden dormir tan bien,¿por qué no puede hacerlo un verdugo?"

Publicar un comentario