De Cena en la Corte

martes, 3 de abril de 2012

De Cena en la Corte

Hoy quería dedicar mi tiempo descifrando el mundo culinario de la época Tudor e incluso revelándoos alguna receta original que ha sobrevivido el paso de los tiempos y que todavía se sigue haciendo tal y como lo habrían hecho hace aproximadamente 500 años.

En la corte de Enrique VIII solían vivir unas aproximadamente 600 personas. Y a esas había que servir dos veces al día comida caliente.
Con tan solo ese dato podemos imaginarnos que los cocineros estaban practicamente 24 horas al día cocinando y esforzándose para satisfacer y llenar los estómagos de la realeza y nobles de Inglaterra.

La primera e importante tarea del día era de hacer el pan que se acompañaba a todas las comidas. La clase alta solía comer pan hecho de harina de trigo y la clase más baja comía pan hecho de cebada o pan de centeno.
Existían cuatro diferentes tipos de pan:

- Pan Blanco
- Pan de Trigo
- Pan Integral
- Pan Negro

El pan siempre se comía al día siguiente ya que los medicos decían que el pan recién hecho pudiera producir acidez en el estómago.
A la masa tambíen a veces les añadían pasas  y/o frutos secos con el fin de obtener un sabor diferente.


Aparte se hacía el queso, otra tarea con suma importancia ya que al rey Enrique VIII le agradaba mucho su sabor. También hacían la mantequilla, batiendo la cuajada, que a veces contenían caléndulas con el fin de obtener un amarillo más brillante.


Es importante mencionar que en aquella época no se consumía agua ya que no estaba limpia y por lo tanto malo para la salud.
En vez de ello los nobles bebían cerveza oscura o vino.
Los pobres solamente podían permitirse cerveza o leche. Pero todavía no se pasteurizaba la leche y tampoco tenían medios para que se mantuviera fria y por eso se ponia mala en poco tiempo.
Café y chocolate fueron introducidos del Nuevo Mundo y el té había sido traído por los frailes jesuitas los cuales habían viajado al este. De todas maneras en la época de los Tudor el café, el chocolate y el té solo se consumía para fines medicinales y solo los ricos se los podian permitir.


Usaron la miel para conseguir una dulce bebida alcoholica llamada vino de miel. Esa bebida era bastante conocida y popular en todo el país.
El vino por norma general era importado del continente, aunque también se producía vino dulce en Inglaterra.
La cerveza oscura fue hecha de malta y agua mientras que la cerveza clara contenía lúpulos que le daba un sabor amargo. También a veces les añadían a todo tipo de cerveza hojas de laurel, pétalos de iris o pimienta.

Los nobles no comían verduras a diferencia de la gente del pueblo. La papa no había llegado aún a Inglaterra hasta el reinado de Isabel I.
Los españoles las trajeron desde Súdamerica y en 1563 llegaron al fin a Inglaterra.
La palabra "verdura" no se usaba mucho en la corte de Los Tudor. Toda la comida que crecía bajo la tierra era únicmante cosa de pobres y aparte pensaban que comiendolos crudos podian enfermar.
A las mesas de los nobles solamente venían colza, cebolla, ajo y puerro.

También procuraban no comer fruta fresca ya que decían que eran insalubres por lo tanto solían cocinarlos antes. Incluso durante la peste en el año 1569 la venta de fruta fresca era ilegal.
Muchas comidas de carnes fueron cocinadas con fruta.
Las frutas que venían del extranjero eran muy costosas por lo que solo las compraba la gente de clase alta. A causa de la exploración del Nuevo Mundo llegaron a Inglaterra todo tipo de ingredientes exoticos como por ejemplo el tomate llamado "manzana del amor", el frijol, el maíz, el chocolate, la vainilla, la piña, las judias verdes, los pimientos rojos y verdes.

Una fruta muy apreciada era la naranja que fué traída desde Sevilla. Limones, membrillos, damascos, melocotones y melones también fueron traídos desde el sur de Europa.
En la época Tudor existía mucha más variedad de manzanas, peras y cerezas que hoy en día. Otras frutas populares eran ciruelas, fresas y grosellas.

Las especias eran algo muy importante y fueron importados desde Oriente.
También usaron flores para sus comidas como violetas, prímulas, lavanda, caléndulas, margaritas, botones de oro, menta, romero, treboles y laurel.

El azúcar se había convertido en algo muy popular y cada vez había un apetito mayor.
Pero también era un ingrediente muy costoso por lo que casi solo lo consumía la nobleza.
El resultado de ello eran problemas dentales expandidos por toda la corte. Se dice que Isabel I tuvo también dientes putrefactos y negros.

El azúcar más fino y blanco se conseguia de Madeira.
Otro azúcar también prodigioso se conseguia del norte de África y de las Islas Canarias.

El azúcar común era marrón, muy pegajozo y era bueno para preparar siropes y para marinar carne.
En la corte también solían añadirle azúcar a la cerveza negra, a las salsas para carnes y pescados y para producir mazapán.
Para los postres como flanes, galletas y pasteles también usaban grandes cantidades de azúcar.

La gente pobre usaba miel para endulzar. Conseguian la miel por sus colmenas que tenían en sus jardines. Las colmenas estaban hechas de paja y cubierta de arcilla. La miel inglesa era famosa por su buena calidad e incluso exportado a otros países de Europa. 

Tres cuarto de la comida en la corte se basaba en carne.
Carne vacuna, ciervos, corderos, cerdos, jabalis y liebres. También solían comer en gran cantidad pollos y otras aves como palomas, codornizes, patos, cisnes, gansos e incluso gorriones.
Pavos reales fueron comidas por la alta sociedad.

La gente del campo también comía carne pero no disfrutaba de la gran variedad como los ricos. Comían los pollos que ellos mismos criaban, carne que podian comprar en el mercado si es que tenían dinero y conejos que cazaban ellos mismos.
Pero más bien solían comer potajes que rara vez tenía un trozo de carne. Una vez al año sacrificaban un cerdo y lo salaban para que durara todo el año. 

La preparación del pavo real era algo especial ya que se despellejaba de atrás hacia delante, luego se asaba y al final se envolvía de nuevo en la piel para que a la hora de presentarlo en la mesa pareciera estar vivo.


La comida en la época Tudor también incluía diferentes tipos de pescado.
Como por ejemplo arenques, salmón, anguilas, pescadilla, acedías, bacalao, truchas y lucios. También comían mejillones, cangrejos, ostras, almejas y berberechos.
Pero otra vez más tan solo la nobleza podía disfrutar de tal variedad.

La comida en la corte fue influenciada por el extranjero. Muchos viajaron de una casa real a otra y de esa manera muchas ideas nuevas fueron aportadas a la comida.

Pero al margen de la gran variedad de alimentos que tenían los ricos, era una alimentación insana ya que practicamente se basaba en carne que a su vez contenía mucha sal para su conservación. Tenían mucha falta de vitamina A que se encuentra en las verduras y leche, cosas que no consumían los nobles. Eso condujo a menudo a problemas con los riñones y vejiga.

La presentación de la mesa era algo sagrado. Los alimentos se cogían con la mano derecha y con la izquierda el cuchillo o la cuchara. El tenedor todavía no existía.

Los desayunos solían implicar algún que otro bollito o pan, fiambre frió y una jarra de cerveza.
Incluso los niños aunque eran menores de edad bebían cerveza.

En el momento del almuerzo y cena se servía primero el vino y el pan, cosa que era costumbre en todas las casas reales de Europa.

El primer plato contenía alguna carne a la brasa hecha en su propio jugo o tal vez algun pollo o pavo asado con hinojos y hierbas o también se solía servir pasteles de carne. La carne era ahumada casi en todos los platos.
A las carnes solían ser acompañados con ensaladas hechas con flores y naranjas. 

Vinos medicinales eran obligados en todas las mesas reales.

El segundo plato casi siempre eran empanadas. Se usaban mucho para sus viajes al extranjero ya que se conservaban muy bien. Las empenadas llevaban pescado o carne y estaban hechas al horno.

El postre preferido de Enrique VIII eran "Las Tartaletas de Damas de Honor".
Esas tartaletas recibieron ese nombre porque las damas de honor de su primera esposa Catalina de Aragón las solían comer a menudo hasta que el mismo Enrique VIII los vio como se los comían. Una de las damas era Ana Bolena. El, sin poder resistirse los probó y al quedarse encantado de su sabor les preguntó como se llamaban. Las damas se encogian de hombros al no saber su nombre y a partir de ese instante Enrique VIII les dio el nombre de "Tartaletas de Damas de Honor".

Lo asombroso y romántico es que la receta original de esas tartaletas se pudo conservar durante estos 500 años hasta el día de hoy igual que el nombre, dado por el rey Enrique VIII y se encuentran en casi todas las pastelerías de Inglaterra.

De ese modo os dejo la receta de las Tartaletas de Damas de Honor:

Ingredientes para las Tartaletas de Damas de Honor

Para la masa:

240 gr. harina con levadura incorporada
30 gr. Azúcar
60 gr. Mantequilla
Agua

Para la cobertura:

Mermelada de frambuesa
2 Huevos previamente batidos
120 gr. Harina
60 gr. Azúcar
60 gr. Mantequilla
2 Cucharadas de Leche
Azúcar Glas

Preparación:

Para la masa hay que mezclar la harina con una pizca de sal.
Añadir la mantequilla y el azúcar a la masa y después poco a poco el agua hasta que quede bien.
Amasar la masa y extenderla.
Recortar círculos y poner cada uno en un molde para tartaletas.
Ahora cubrir cada uno con una cucharada de mermelada.

Para la cobertura hay que mezclar el azúcar con la mantequilla derretida.
Añadir a esa mezcla la harina, los huevos batidos y la leche. Mezclar bien.

Cubrir cada tartaleta con una cucharada de la mezcla.

Ponerlas en el horno precalentado a 200º Grados durante 20 minutos.

Después del tiempo sacarlas del horno y cubrirlas con un poco de azúcar glas.



Las comidas se concluían con aguardiente. El más famoso y preferido era el que estaba hecho de regaliz y sandalo rojo.

Las provisiones anuales de carne en la corte de los Tudor era:

1,240 de Carne Vacuna
8,200 ovejas
2,330 ciervos
760 corderos
1.870 cerdos
53 jabalís

Y esto acompañado de 600.000 barriles de cerveza.
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7 comentarios:

Marta García dijo...

Está genial que intentemos imaginarnos el pasado desde todas las perspectivas posibles...política, sociedad, economía, etc pero también desde todos los sentidos: olor, gusto y tacto. Por eso me ha encantado esta entrada ya que te acerca físicamente a la época. He de decir, que he tenido el placer de probar de primera mano las Tartaletas de las Damas de Honor y puede que fuera por la gran cocinera pero estaban RÍQUÍSIMAS!

Unknown dijo...

Excelente aportación, he estado buscando recetas de la era Tudor pero he tenido porco éxito en linea, no me dedico a las artes culinarias solo trato como bien decia el comentario anterior conocer el pasado desde el punto de vista de sus olores y sabores, me encantaría poder leer de primera mano información culinaria de la epoca Tudor, espero que puedas compartir tus fuentes de referencia; por otro lado la "Tartaleta Damas de Honor" queda riquisima...

Sydney Klevesath Cabrera dijo...

Querida Ingrid,
muchísimas gracias por tu comentario tan bonito! "Conocer el pasado desde el punto de vista de sus olores y sabores"...Que gran verdad! :-) Eso es justo lo que estoy intentando hacer, desde que prácticamente era una niña! Espero que mi artículo te haya ayudado a acercarte un poquito al pasado! Y enhorabuena por tus ricas Tartaletas Damas de Honor. ;-)
Saludos y muchas gracias de nuevo.

Unknown dijo...

Oh! de nada, es un placer leer tu blog y transportarse de inmediato la espectacular época Tudor. :)

Su Exelencia Ludovico dijo...

hola me he unido recientemente a este bog y desde ya que adoro como escribes y narras los textos de diversos intereses sobre los tudor gracias ya ye en otro blog al cual era recurrente lector dejo de publicar y firmare como en todos mis comentarios gracias espero algun dia probar las tarteletas con tal de sentir la historia en carne propia

Sydney Klevesath Cabrera dijo...

Mil gracias por tus palabras tan bellas!! Me alegra enormemente estar conectada con personas de todo el mundo, a través de mis entradas y de la historia que tanto nos apasiona!! Espero que algún día pruebes esas tartaletas tan buenas! :-) Saludos desde Gran Canaria

Unknown dijo...

Me encanta saber cómo fue esa época y saber cómo vivia la gente...saludos

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